Esta tarta la hice para Gonzalo, un futuro cazador, que va haciendo sus primeros pinitos con su padre y el otro día contaba fascinado cómo había visto unos jabalíes.
A Gonzalo le encantó la idea y a su padre, casi más.
La tarta era de bizcocho relleno de buttercream, sabor natural y sabor fresa. El seto tenía relleno de dulce de leche.
En esta otra foto se aprecia el cazador escondido en el seto.
En esta otra foto se aprecia el cazador escondido en el seto.
Fué una tarta bastante laboriosa, pero creo que el resultado fué bueno.
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